Yo
estoy divulgando esta doctrina y trabajando para ella casi toda mi vida, y para
mí, el Espiritismo es una ciencia y es una religión.
Es una ciencia; sus bases codificadas por el maestro Allan Kardec, dictadas con total
perfección, son inalterables y para todos los tiempos, al igual que los
enseñamientos del Maestro Jesús, y asume científicamente sus adelantos y
descubrimientos, que siempre son inspirados desde el mundo espiritual. La
doctrina espírita no está envejecida ni anclada en el pasado, siempre está en
el presente y descubriendo nuevos horizontes, para una humanidad en condiciones
y preparada para recibirlos.