Los mayores enemigos del Espiritismo, están dentro de sus propias filas.
La lucha del Espiritismo, es una lucha interior, es con nosotros mismo.
Esta es nuestra verdadera lucha.
Para vencerla ¿qué tenemos que hacer?:
Para ello, nos tenemos que ir casi al final del “Libro de los Espíritus” a la pregunta 919 que dice así:
¿Cuál es el medio
práctico más eficaz para mejorarse en la presente existencia y resistir a las
instigaciones del mal?
- Un sabio de la
antigüedad os lo dijo: “Conócete a ti
mismo”.
Lo
que significa es que cada uno de nosotros, debemos preocuparnos por lo que
hacemos, por lo que decimos, tenemos que analizar nuestro comportamiento, para
así, modificarlo y corregirlo.
“El conocimiento de sí mismo es, la clave
del mejoramiento individual”.
Y
Miguel Vives nos dice:
“Consulte cada espírita su conducta en
la vida pública y privada, y enseguida verá cuántas veces dejó de cumplir esas
enseñanzas”,
se refiere a las enseñanzas del Maestro.
Debemos
ser muy serios con nosotros, en nuestro interior no tenemos que excusar ninguna
falta y no debemos buscar justificaciones para dispensar nuestra conducta
errónea. Debemos ser los primeros y más serios jueces de nosotros mismos.
Nos
tenemos que quitar de encima, todo lo que no sea amor, virtud, caridad,
justicia, si no, no podremos honrar a la Doctrina y no seremos dignos de
llamarnos espiritistas.
Nos aconsejan que
todos los días, antes de acostarnos, hagamos un examen de todo lo que durante
el día, hemos sentido y hemos hecho, y pedir a nuestro Padre y a nuestro Guía,
que nos envuelvan y guíen nuestro camino para que seamos mejores personas.
Las cualidades que nos
alejan de los Buenos Espíritus son: el orgullo, el egoísmo, la envidia, los
celos, la ira, la ambición, la sensualidad y todas las pasiones por las cuales
el hombre se une a la materia.
Para avanzar, es
preciso vencer nuestros instintos en beneficio de los sentimientos.
El egoísmo y el
orgullo, son dos plagas que detienen nuestro progreso moral, nos las tenemos
que quitar para progresar, ellas son la negación de la caridad y por tanto el
mayor obstáculo para nuestra felicidad.
Si el amor al
prójimo es el principio de la caridad, amar a los enemigos es su aplicación
sublime, porque la virtud de la piedad es una de las más grandes victorias
contra el egoísmo y el orgullo.
La meta que tenemos, es la de nuestra “transformación moral, para
distinguir el bien del mal y el cumplimiento de la ley de Dios, y
los esfuerzos que hacemos para dominar las malas inclinaciones".
Por lo que, las
cualidades que tenemos que tener para atraer a los Buenos Espíritus
serán: la bondad, la benevolencia, la sencillez de corazón, el amor al prójimo
y el desprendimiento de las cosas materiales.
Cuando
entramos en el Espiritismo, procedamos de donde procedamos, seamos religiosos o
ateos, entramos en un campo tan grande de investigación, que no somos
conscientes de la grandeza que tenemos ante nosotros.
A
medida que vamos aprendiendo y experimentando, somos más conscientes de lo que
antes desconocíamos, y en todo vemos la grandeza de Dios.
Nos
quedamos maravillados ante tanta belleza, justicia y amor.
Entonces, nos damos cuenta de lo que significa
nuestra individualidad en la creación: comprendemos nuestra vida eterna y
comprendemos que no estamos aquí por casualidad, venimos con un plan y no nos
abandonarán, sino que estamos sujetos a una ley que alcanza a todos y con
nuestro esfuerzo alcanzaremos, antes o después, la felicidad.
Conferencia: "La Lucha del Espiritismo"
ATN
Continuará.....
ATN
Continuará.....
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