1. ¿Quiénes somos, usted, yo, y nuestros
semejantes?
Somos
seres humanos.
2.
¿Qué es un ser humano?
Un
ser compuesto de un alma y de un cuerpo, es decir espíritu y carne.
3.
¿Qué es, pues, el alma?
Es
el principio de vida en nosotros. El alma del hombre es un espíritu encarnado;
es el principio de la inteligencia, de la voluntad, del amor, el hogar de la
conciencia y de la personalidad.
4.
¿Qué es el cuerpo?
El
cuerpo es un envoltorio de carne, compuesto de elementos materiales, sujetos al
cambio, a la disolución, a la muerte.
5.
¿El cuerpo es entonces inferior al alma?
Sí,
ya que es sólo su traje.
6.
¿Es necesario, pues, despreciar el cuerpo puesto que es inferior al
alma?
De
ninguna manera, nada es despreciable. El cuerpo es el instrumento que el alma
necesita para edificar su destino; el obrero no debe despreciar el instrumento
con el cual gana y hace su vida.
7.
¿Cómo está el alma unida al cuerpo, el espíritu a la carne?
Por
medio de un elemento intermedio llamado cuerpo
fluídico o periespíritu, que se forma a la vez del alma y del
cuerpo, del espíritu y de la carne, y los une en cierto modo el uno al otro.
8.
¿Qué significa la palabra Periespíritu?
Esta
palabra significa: que está alrededor del espíritu. Lo mismo que el fruto está
rodeado de un envoltorio muy delgado llamado perispermo, el espíritu se
encuentra envuelto con un cuerpo muy sutil llamado periespíritu.
9.
¿Cómo puede el periespíritu unir la carne con el espíritu?
Penetrándolos
y permitiéndoles compenetrarse el uno al otro. El periespíritu comunica con el
alma por corrientes magnéticas, y con el cuerpo por medio del fluido vital y
por medio del sistema nervioso que sirve para él en cierto modo de transmisor.
10.
¿El hombre pues consta en realidad de tres elementos constitutivos?
Sí,
estos tres elementos son: el cuerpo, el espíritu y el periespíritu.
11.
¿Cuándo y dónde comienza esta unión del alma y del cuerpo?
En el
momento de la concepción, y se vuelve definitiva y completa en el momento del
nacimiento.
12.
¿El alma está encerrada en el cuerpo, o bien es el cuerpo que está contenido en
el alma?
Ninguno
de los dos. El alma, que es espíritu, no puede ser encerrada en un cuerpo;
irradia hacía fuera, como la luz a través del cristal de la lámpara. Ningún
cuerpo puede retenerla materialmente cautiva; puede exteriorizarse.
13.
¿Sin embargo, no hay un punto preciso del cuerpo dónde el alma parece más
particularmente ligada?
Algunos
sabios así lo creyeron, porque confundieron el alma con el fluido vital. El
alma es indivisible y por tanto esta entera por todo nuestro cuerpo; pero su
acción se deja notar más particularmente en el cerebro cuando se piensa y en el
corazón cuando se sufre y cuando se ama.
14.
¿El alma se separa del periespíritu cuando se separa del cuerpo?
Jamás.
El periespíritu es su traje fluídico indispensable, precede la vida presente y
sobrevive a la muerte. Es él el que permite a los espíritus desencarnados
materializarse, es decir aparecerse a los vivos, hablarles, como sucede a veces
en las reuniones espiritistas.
15.
¿El periespíritu es pues un cuerpo fluídico semejante a nuestro cuerpo
material?
Sí,
es un organismo fluídico completo; es el verdadero cuerpo, la forma verdadera y
humana, la que no cambia en su esencia. Nuestro cuerpo material se renueva a
cada instante, sus átomos se suceden y se renuevan, nuestra cara se transforma
con la edad; el cuerpo fluídico no se modifica materialmente, es nuestra
verdadera fisonomía espiritual, el principio permanente de nuestra identidad y
de nuestra estabilidad personal.
16.
¿Dónde estaba el alma antes de encarnarse en un cuerpo?
En
el espacio, que es el lugar de los espíritus, como el mundo terrestre es el
lugar de los cuerpos.
17.
Entonces, ¿de dónde tomó el periespíritu su fluido?
Del
fluido universal, es decir de la fuerza primordial y etérea. Cada mundo tiene
su fluido especial, tomado del fluido universal; cada espíritu tiene su fluido
personal, en armonía con el mundo que habita y con su propio estado de
adelanto.
18.
¿Qué el espacio?
Es
la inmensidad, es decir el infinito donde se mueven los mundos, la esfera sin
límites que nuestro pensamiento limitado no puede ni concebir ni definir.
"Síntesis Doctrinal y Práctica del Espiritismo"
Léon Denis
Todos los seres humanos somos espíritus dentro de un cuerpo que nosotros mismos elegimos antes de nacer.
ResponderEliminarNo siempre elegimos el cuerpo donde reencarnar, entre otras, depende de la evolución que tenga el Espíritu, de la necesidad que tenga de adelantamiento o lo que la Espiritualidad Mayor decida.
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