Divaldo P. Franco |
En el inicio de los
ejercicios mediúmnicos de Divaldo P. Franco, en la década de los años 40,
contaba con la orientación, para él y para el grupo que dirigía, de un Espíritu
que decía llamarse Manuel da Silva.
El día 5 de diciembre de
1945, Manuel da Silva, incorporado en Divaldo, avisó al pequeño grupo que se
iniciaba en la Doctrina Espírita que iba a dejarlos temporalmente, pues iba a
reencarnar próximamente. Mientras tanto, para sustituirlo, vendría un Espíritu
Amigo, ligado afectivamente a alguien del grupo, que a partir de entonces
pasaría a dirigir los trabajos, orientando, ayudando e inspirando para el buen
desempeño de las obligaciones de cada una, teniendo en cuenta el bien general.