20 de julio de 2013

Función Mediúmnica



L - Párrafo 226



 




La mediumnidad es como el trabajo: todos tienen acceso a ella.




 De igual manera, tal como sucede con el trabajo, quien tenga la responsabilidad de ejercerla está obligado a ser leal a su deber, a efectos de que la labor llegue a buen fin.





 La más humilde de las herramientas puede tener aplicaciones muy diversas.






Cualquier médium, también, es susceptible de ser utilizado en la producción de múltiples fenómenos, favoreciendo provechosamente a la investigación y a la observación; y si quisiéramos un rendimiento mediúnico seguro e incesante en pro de la causa doctrinaria del Espiritismo, el médiun debe estar siempre dispuesto a colaborar en la edificación del bien, sea donde fuere, mas debe hacerlo con su facultad y función específicas, aun cuando ellas fueran diversas, y consagrarse a ella amándola, desarrollándola y practicándola mediante el servicio al prójimo, que será siempre servicio a nosotros mismos.




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 Si fuimos llamados a enseñar por medio de la palabra oral, controlemos nuestra emoción y seleccionemos el lenguaje, para que los instructores de la Vida Mayor nos utilicen más eficientemente como agentes de la luz, trasmitiendo esclarecimientos y consuelos a quienes nos escuchen; si designados a escribir, hagámoslo con el indispensable silencio interior, para que la palabra del Mundo Espiritual se manifieste por nuestras manos instruyendo a quien la lea; si señalados por la labor curativa, cuidemos nuestro magnetismo personal tan limpio como nos sea posible, para que nuestras energías puedan ser utilizadas por los emisarios celestes en el socorro a los enfermos; si puestos a colaborar en la desobsesión, mantengamos el pensamiento libre de toda idea preconcebida, puesto que así los benefactores desencarnados nos han de encontrar capaces para la atención y el amparo a los compañeros desorientados y sufrientes, sin crearles problemas...




 El cerrojo debe estar en el lugar apropiado para atender el servicio de brindar seguridad a la casa.




 Un simple hilo conductor de electricidad debe tener su conexión en perfecto estado para permitir el paso del fluido.




 Sobre todo, es imperioso recordar que todos podemos ser mediarios del bien bajo la inspiración de Jesús, honrando labores y responsabilidades y cumpliendo una contribución cierta al programa de construcción de la felicidad general. Es por eso que El, el Cristo de Dios, no nos dijo que el mayor en el reino de los cielos será quien sepa hacer de todo, sino aquel que se convirtiera en el siervo leal de todos.




 Emmanuel




 FRANCISCO CÁNDIDO XAVIER · WALDO VIEIRA




"OPINIÓN ESPÍRITA"




EMMANUEL · ANDRÉ LUIZ

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