226. 1. ¿El desarrollo de la
mediumnidad está en razón del desarrollo moral del médium?
No; la facultad
propiamente dicha depende del organismo; es independiente de la moral; no
sucede lo mismo con el uso, que puede ser más o menos bueno, según las
cualidades del médium.
2. Se ha dicho siempre que
la mediumnidad es un don de Dios, una gracia, un favor. ¿Por qué, pues, no es
el privilegio de los hombres de bien y por qué se ven hombres indignos que
están dotados de ella al más alto grado y de la que hacen un mal uso?
Todas las facultades son
favores de que debe darse gracias a Dios, puesto que hay hombres que son
privados de ellos. ¿Podrías también preguntar por qué Dios concede buena vista
a los malhechores, destreza a los tramposos, la elocuencia a aquellos que se
sirven de ella para decir cosas malas? Lo mismo sucede en la mediumnidad; son
dotadas de ellas personas indignas, porque tienen necesidad de esta facultad
para mejorarse. ¿Acaso pensáis que Dios rehusa al culpable los médiums de
salvación? Los multiplica a su paso, se los pone en las manos; a ellos toca el aprovecharse.
¿Judas, el traidor, no hizo milagros y sanó enfermos como apóstol? Dios quiso
que tuviese este don, para que su traición fuese más odiosa.
3. Los médiums que hacen
mal uso de su facultad, que no se sirven de ella con las miras del bien o que
no se aprovechan para su instrucción, ¿sufrirán las consecuencias?
Si hacen mal uso de esta
facultad, serán doblemente castigados, porque tienen un medio más para
ilustrarse y no se aprovechan. El que ve claro y tropieza es más vituperable
que el ciego que cae en el hoyo.
4. Hay médiums a quienes
éstos dan espontáneamente y casi constantemente comunicaciones sobre un mismo
motivo, sobre ciertas cuestiones morales, por ejemplo: sobre ciertos defectos
determinados. ¿Tiene esto objeto?
Sí; este objeto es el de
iluminarles sobre este punto muchas veces repetido, o para corregirles de
ciertos defectos; por esto a los unos les hablarán incesantemente de orgullo, a
otros de caridad; sólo la saciedad puede al fin abrirle os ojos. No hay médiums
que hagan mal uso de su facultad, por ambición o por interés, o
comprometiéndola por una falta capital, como el orgullo, el egoísmo, la
ligereza etcétera, que no reciba de tiempo en tiempo algunas amonestaciones de
parte de los Espíritus; lo malo es que la mayor parte de las veces no toman
esto para sí.
Observación. – Los Espíritus usan
muchas veces la prudencia en sus lecciones, las dan de un modo indirecto para
dejar el mérito al que sabe aplicarlas y sacar provecho; pero la ceguedad y el
orgullo son tales entre ciertas personas, que no se reconocen en el cuadro que
se les pone delante de los ojos; tanto más el Espíritu les da a entender que se
dirige a ellas, se enfadan y tratan al Espíritu de mentiroso o bromista de mal
género. Esto solo prueba que el Espíritu tiene razón.
5. En las lecciones que se
dictan a un médium de una manera general y sin aplicación personal, ¿no obra
éste como instrumento pasivo para servir a la instrucción de otro?
Muchas veces estos avisos
y consejos no se dictan para él personalmente, sino para los otros, a los
cuales no podemos dirigirnos sino por la intervención de este médium, pero el
mismo debe tomar su parte si no le ciega el amor propio.
No creáis que la facultad
medíanímica se haya dado para corregir sólo a una o dos personas, no; el fin es
más grande: se trata de la Humanidad. Un médium es un instrumento muy poco importante
como individuo; por esto, cuando damos instrucciones que deben aprovechar a la
generalidad, nos servimos de aquellos que poseen facilidades necesarias, pero
admitid como cierto que vendrá un tiempo en que los buenos médiums serán bastante
comunes, para que los buenos Espíritus no tengan necesidad de servirse de malos
instrumentos.
6. Puesto que las
cualidades morales del médium alejan a los Espíritus imperfectos, ¿en qué
consiste que un médium dotado de buenas cualidades transmita contestaciones
falsas y groseras?
¿Conoces tú, todos los
pliegues de tu alma? Por lo demás, sin ser vicioso puede ser ligero y frívolo;
y algunas veces tiene necesidad de una lección a fin de que esté preparado.
7. ¿Por qué permiten los
Espíritus superiores que las personas dotadas de un gran poder como médiums, y
que podrían hacer mucho bien, sean los instrumentos del error?
Ellos procuran influirles,
pero cuando se dejan arrastrar por el mal camino les dejan ir. Por esto se
sirven de ello con repugnancia, porque “la verdad no puede ser interpretada por
la mentira.”
8. ¿Es absolutamente
imposible tener buenas comunicaciones por un médium imperfecto?
Un médium imperfecto
puede, algunas veces, obtener cosas buenas, porque si tiene una hermosa
facultad, los Espíritus buenos pueden servirse de él a falta de otro en una
circunstancia particular; pero esto sucede sólo momentáneamente, porque desde que
encuentra uno que les conviene mejor le dan la preferencia.
Observación – Debe observarse que cuando
los buenos Espíritus juzgan que un médium cesa de estar bien asistido, y por
sus imperfecciones viene a ser presa de los Espíritus mentirosos, provocan casi
siempre circunstancias que descubren sus faltas y les separan de las personas formales,
y bien intencionadas, de cuya buena fe podría abusarse. En este caso cualquiera
que sean sus facultades no son de envidiar.
9. ¿Cuál es el médium que
podríamos llamar perfecto?
¡Perfecto! ¡Ah! Vosotros
sabéis que la perfección no está sobre la Tierra; de otro modo no estarías en
ella; di, pues, médium bueno, y esto será ya mucho, porque son raros. El médium
perfecto sería aquel a quien los malos Espíritus no se hubieran atrevido jamás
a hacer una tentativa para engañarle; el mejor es aquel que, no simpatizando,
sino con buenos Espíritus, ha sido engañado menos veces.
10. ¿Si solo simpatiza con
buenos Espíritus, cómo éstos pueden permitir que sea engañado?
Los buenos Espíritus lo
permiten algunas veces con los mejores médiums para ejercitar su juicio y
enseñarles a discernir lo verdadero de lo falso; además, que por bueno que sea
un médium nunca es tan perfecto que no pueda dar lugar a ser atacado por algún
flanco débil; esto debe servirle de lección. Las falsas comunicaciones que
recibe de vez en cuando son advertencias para que no se crea infalible y no se
enorgullezca, porque el médium que obtiene las cosas más notables no puede
envanecerse por ello, pues le sucede como al que toca el organillo, que produce
muy buenos aires dando vueltas al manubrio de su instrumento.
11. ¿Cuáles son las
condiciones necesarias para que la palabra de los Espíritus superiores nos
llegue pura de toda alteración?
Querer el bien, desterrar
el egoísmo y el orgullo, lo uno y lo otro es necesario.
12. Si la palabra de los
Espíritus superiores no llega a nosotros pura, sino con las condiciones que con
dificultad se encuentran ¿no es esto un obstáculo para la propagación de la verdad?
No, porque la luz llega
siempre para aquel que quiere recibirla. El que quiere ver claro debe huir de
las tinieblas y las tinieblas están en la impureza del corazón.
Los Espíritus que vosotros
miráis como la personificación de bien no se presentan de buena gana al
llamamiento de aquellos cuyo corazón está manchado por el orgullo, la ambición
y la falta de caridad.
Aquellos, pues, que
quieren ver claro que se despojen de toda vanidad humana y humillen su razón
ante el poder infinito del Creador; esta será la mejor prueba de su sinceridad,
y esta condición cada uno puede llenarla.
El Libro de los Médiums
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