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17 de agosto de 2014

Un Recuerdo al Hermano Ausente José Palet



El Espiritismo ha perdido uno de sus mejores adeptos en la tierra, y la prensa espiritista uno de sus más entendidos obreros, y “La Revelación”, la humilde revista Alicantinas uno de sus  más queridos colaboradores. 

Cúmplenos como buenos cristianos acatar y bendecir la voluntad de Dios, pero queda en nuestra mente un recuerdo melancólico y un sentimiento de dolorosa envidia. 

Almas de tan buen temple como la de Palet, son espíritus proscritos que la tierra les ha servido de penitenciaria. 

¡Emigrado, vuelve a tu patria!. 

¡Prisionero, recobra tu libertad!. 

¡Viajero universal! sigue tu eterno viaje, y no te olvides en las capitales del infinito de la pobre aldea donde te detuviste algunos años, para enseñarnos los mandamientos de la ley de Dios. Adiós, querido maestro.

Adiós, hermano Palet, hasta luego.

Antes de morir decías
con íntima convicción:
“Terminaré mi expiación
dentro de muy breves días”.
Sin duda alguna, veías
la imagen de la verdad;
y de la inmortalidad
quizá escuchaste el acento;
porque es el presentimiento 
la voz de la eternidad.




Ramos de Violetas II
Amalia Domingo Soler.





 

24 de julio de 2013

Un rayo de luz



¿Qué nueva luz mi pensamiento hiere? ¿Qué nuevo aliento mi existencia anima? ¿Qué mágica esperanza me sonríe que embellece las horas de mi vida? ¿Es quizás el amor plácido ensueño que con un mundo de placer me brinda? ¿O la amistad me ofrece su consuelo? Emanación de Dios pura y bendita! ¿Me prodigó la suerte sus favores? ¿Me dio tesoros de sin par valía? ¿O la voluble fama en su

22 de julio de 2013

La Calumnia



¡Calumnia abominable!... el luto y el espanto difundes por doquiera: ¡Fatal es tu misión! Los ojos más serenos anublas con el llanto y arrancas despiadada, la paz del corazón.

En todas partes dejas tristísima memoria; unida estás al hombre con invisible imán. Profanas con tu aliento el libro de la historia y crédito los siglos a tus sofismas dan.

A veces el acaso te arroja de tu trono y pierdes en un soplo tu fuerza y tu poder; mas tornas a la lucha con implacable encono y a la verdad humillas volviéndola a vencer.