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26 de diciembre de 2019

La Ley Superior del Universo


La Ley Superior del Universo


“El alma duerme en el mineral, sueña en el vegetal, en el animal se agita y en el hombre despierta”.

La ley superior del Universo, es el progreso incesante, la ascensión de los seres hacia Dios, hogar de las perfecciones. Profundidades del abismo de vida, por un camino infinito y una evolución constante, nos le acercamos. En el fondo de cada alma es depositado el germen de todas las facultades, de todas las fuerzas; le corresponde a ella hacerlos nacer por sus esfuerzos y sus trabajos. Contemplado bajo este aspecto, nuestro adelanto, nuestra felicidad futura es nuestra obra. La gracia no tiene más razón de ser. La justicia irradia sobre el mundo; porque, si todos nosotros luchamos y sufrimos, todos nosotros seremos salvados.

18 de enero de 2014

Origen de la vida sobre Tierra.



54. ¿La Tierra fue siempre la morada de los espíritus encarnados, es decir, de los hombres?

No. La Tierra fue primero una masa de fuego, flotando en el espacio. Después de haberse enfriado, se volvió habitable; la vida apareció por fases. Los tres reinos de la naturaleza: los minerales, los vegetales y los animales, se manifestaron con muy largos períodos de distancia, en intervalos de varias centenas de siglos; luego el espíritu descendió en la carne, y el hombre apareció, resumiendo en su ser todas las vidas graduales de la creación, reuniendo en su persona, por una unión admirable, el alma, la chispa divina, con cuerpo que viene del animal.

55. ¿Podemos creer que el hombre tuvo al animal por antepasado?

Nuestro orgullo repugna a creer esto. El origen del hombre queda todavía misterioso; quizá no es bueno que este misterio sea aclarado. En todo caso, no está prohibido pensar que nuestro espíritu, antes de llegar al grado de evolución del período humano, se haya ejercitado de alguna forma en la vida en las regiones inferiores de la creación. Esto está conforme con las leyes de progresión de la naturaleza. Por otra parte, es cierto que viendo el estado rudimentario de ciertas razas salvajes, y también el retorno a la bestialidad en casa del hombre civilizado, que bien podemos creer que el animal fue el prefacio vivo del género humano.

56. ¿El hombre constituye un reino separado en la creación?

Absolutamente, sí. Por su cuerpo, el hombre guarda un parentesco con el animal, por el enlace a su carne de un espíritu consciente, el hombre constituye un reino personal sobre la Tierra. Es el resumen que vive de reinos que le precedieron; sólo, en la naturaleza, es capaz de conocer a Dios; de tener la noción del infinito y la intuición de la inmortalidad, prueba de su aptitud a la supervivencia.

57. ¿La especie humana comenzó sobre la Tierra con una sola pareja, como lo dicen las religiones y la mitología?

No. Las razas humanas nacieron sobre varios puntos terrestres del globo, simultáneamente o sucesivamente; de ahí su diversidad.

58. ¿Adán no fue pues el antepasado único del género humano?

Adán es el nombre de un hombre que sobrevivió a los cataclismos que revolvieron la juventud del mundo; tornándose la cepa de una de las razas que lo pueblan hoy. La Biblia conservó su historia y la de sus descendientes; pero Adán no es más que un fragmento de las primitivas humanidades, posiblemente un mito, es decir una alegoría que simboliza las primeras edades de la historia.

59. ¿Es seguro que hubiera varias razas de hombres? ¿Las diferencias quiénes los separan no son simplemente debidas a influencias superficiales, tales como el clima, la herencia, etc.?

No se puede negar que existe entre las razas humanas diferencias constitucionales profundas: las del cerebro y del ángulo facial por ejemplo, que son como las medidas de su evolución. Por otra parte, existen tipos intermedios que suponen cruces de razas; y estos cruces de razas necesariamente implican su diversidad.

60. Entonces, si todos los hombres no descienden de la primera pareja, ¿No son todos ellos hermanos?

Todos los hombres son hermanos en Dios, lo que es una fraternidad superior. Además, todos ellos son allegados en el sentido que tienen la unidad de naturaleza y la comunidad de sus destinos. Todos ellos son uno por el espíritu que se encarna en cada uno de ellos y que procede de Dios. 



“Síntesis doctrinal y práctica del Espiritismo”

Léon Denis.




15 de enero de 2014

¿Dónde se reencarna el espíritu?



33. ¿Dónde se reencarna el espíritu?

Por todas partes en el universo. Todo mundo está destinado a recibir la vida bajo sus formas variadas y en todos sus grados.

34. ¿Por qué nos reencarnamos sobre la Tierra? 

Porque la Tierra, siendo un mundo regido por la ley del trabajo y del sufrimiento, es un lugar propicio al adelanto y al progreso del espíritu en el estado inferior.

35. ¿Qué es la Tierra?

Es uno de los innumerables mundos que pueblan el espacio; uno de los más pequeños por su volumen, ya que tiene sólo 10.000 leguas (1 legua equivale aproximadamente a 4 Km) de circunferencia, pero grande a pesar de todo por los destinos que se cumplen allí.

36. ¿La Tierra está inmóvil en el espacio?

Eso se creyó durante mucho tiempo, pero el sabio e infortunado Galileo probó que giraba alrededor del sol. El Sol es 1.400.000 veces mayor que la Tierra y esta separado de ella por 37 millones de leguas.

37. ¿Cómo cumple la Tierra su vuelta alrededor del Sol?

En un período de 365 días y 6 horas, lo que constituye el año; con una velocidad de 7 leguas por segundo, cerca de 660.000 leguas al día. Al mismo tiempo que se mueve alrededor del Sol, la Tierra gira sobre si misma en 24 horas, lo que hace un día, y con una velocidad de 6 leguas por minuto.

38. ¿Cómo se mantiene la Tierra y otros globos así en el espacio, es decir en el vacío, sin salir de la órbita que recorren? 

Por una fuerza irresistible que se llama la fuerza de atracción. El Sol atrae la Tierra y otros planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, etc., como el imán atrae el hierro. Todos los globos se atraen también unos otros y se mantienen en el espacio debido a su volumen y debido a la distancia que los separa. Los más grandes atraen a los más pequeños. Cada estrella es un sol; el Sol, a su vez, es atraído por otros más poderosos, y arrastrado así con sus planetas y sus satélites, en la inmensidad sin límites. Es el movimiento perpetuo en eterna armonía que constituye el equilibrio universal.

39. Estos millones de globos que gravitan en la inmensidad, ¿están habitados? 

Unos lo están, otros lo estuvieron alguna vez: es lo que se llama la vida universal.

40. ¿Están estos mundos habitados por seres superiores, iguales o inferiores a los hombres?  
La ciencia actual todavía no puede responder a esta cuestión; pero, según las revelaciones de los espíritus, sabemos que los planetas próximos de la Tierra están habitados: Marte, por ejemplo, por seres un poco superiores a nosotros; Venus, al contrario, por seres inferiores. El Sol es la estancia de espíritus sublimes, que llegaron a las cumbres más altas de la evolución y, desde lo alto de este astro, como desde lo alto de un trono de luz, hacen irradiar su pensamiento y su acción sobre los mundos por medio de las transmisiones fluídicas y magnéticas.

41. Sin embargo, ciertos sabios pretenden que la Tierra es el único globo que reúne las condiciones físicas necesarias para la vida, y, por consiguiente, el único habitado.

Todos los globos que ruedan en el espacio tienen su estructura particular y condiciones físicas diferentes. La vida sobre cada uno de estos mundos se adapta a estas condiciones. Calculando las distancias de los planetas entre ellos, su masa y su fuerza de atracción, se ha demostrado que sus condiciones físicas varían según su posición en el sistema solar, y según su inclinación sobre sus ejes respectivos. Se pudo calcular así que Saturno, por ejemplo, tiene la misma densidad que la madera de arce; que Júpiter tiene casi la del agua; que en Marte la gravedad de los cuerpos es menos de la mitad que sobre la Tierra, etc.
Conclusión: las leyes físicas varían sobre cada uno de estos globos, y las leyes de la vida están allí en contacto con las de su naturaleza íntima.

42. ¿Podríamos clasificar los diferentes planetas, y distinguir cada mundo según el grado de vida que allí se manifiesta, y según el valor de los seres que los habitan?

Sí, los espíritus nos revelaron que había cinco clases entre los mundos habitados o habitables que flotan en el espacioson:

1 ° los mundos rudimentarios o primitivos;
2 ° los mundos expiatorios;
3 ° los mundos regeneradores;
4 ° los mundos felices;
5 ° los mundos celestes o divinos.

43. ¿Qué entendemos por mundos rudimentarios o primitivos?

Las estancias de las almas nuevas. La vida allí es simplemente inicial. Son mundos inferiores que las antiguas religiones llamaban Infierno.

44. ¿Qué son los mundos expiatorios? 

Aquellos donde el bien y el mal están en lucha perpetua, dónde la verdad y el error están continuamente en conflicto, pero donde, en realidad, la suma del mal prevalece sobre la del bien, hasta que éste tenga la última palabra en la lucha.

45. ¿Qué se entiende por mundos regeneradores?

Son mundos de regeneración por la verdad y la justicia: así será la Tierra cuando los hombres estén aquí más alumbrados, sean más justos y mejores.

46. ¿Quién habita los mundos felices? 

Espíritus que ya realizaron una gran parte de su evolución, y que viven entre ellos en la armonía de la fraternidad y del amor.

 47. ¿Qué son, por fin, los mundos celestes o divinos?

Son la estancia de los espíritus más elevados y más puros. De ahí salen los misioneros espirituales que Dios envía a llevar sus mensajes y sus voluntades por todo el universo. Estos mundos sublimes representan los paraísos o elíseos de que hablan las religiones y a los que celebran todos los poetas de la humanidad.

48. ¿A qué clase de estos mundos pertenece nuestra Tierra?

A la de los mundos expiatorios.

49. ¿Quién lo prueba?  

Las leyes físicas que la rigen y las condiciones de vida de los seres que la habitan.

50. ¿Cómo es eso?

La Tierra está inclinada profundamente sobre su eje; por ello queda sujeta a variaciones perpetuas que traen cambios bruscos de temperatura. La diferencia de las estaciones y de los climas y las perturbaciones atmosféricas hacen de la vida humana un combate perpetuo contra la naturaleza, la enfermedad y la muerte. Todo esto indica que la Tierra es por excelencia el planeta de la expiación, del trabajo y del dolor.

51. ¿Pero los otros globos no están en las mismas condiciones físicas, y su posición no es la misma en el mundo sideral?

De ninguna manera; ninguno de estos globos tiene ni el mismo peso ni el mismo volumen ni está colocado a la misma distancia del sol que lo calienta y lo alumbra. Ninguno tiene tampoco la misma inclinación sobre su eje: Júpiter, por ejemplo, es de una firmeza y de un equilibrio inalterables; en su superficie reina una temperatura siempre igual.

52. ¿Podemos decir que sobre la Tierra, como en todo mundo expiatorio, la suma del mal prevalece sobre el bien?

No hay duda de ello. La experiencia más simple de la vida basta para comprobarlo. La historia nos muestra cuantos siglos fueron necesarios para permitir a la humanidad alcanzar el grado de civilización relativa al que ha llegado. A pesar de eso, podemos negar que sólo el error oscurezca aquí todavía muchas inteligencias: el vicio oprime la virtud; la fuerza prima sobre el derecho; el egoísmo asfixia al amor. Participar en esta lucha, vivir en esta sociedad turbada, ser a menudo la víctima y el mártir: es en esto que consisten el mérito y el progreso para los espíritus encarnados sobre Tierra.

53. ¿Qué hacer entonces y cómo utilizar nuestra vida aquí abajo para ser un día más felices?
Hacer el bien y sacar provecho de nuestra estancia sobre la Tierra para progresar haciendo progresar otros, de tal modo que no seamos obligados a volver más a ella, más que como misioneros, como guías de la humanidad.


"Síntesis doctrinal y práctica del Espiritismo"

Léon Denis



5 de enero de 2014

De la Reencarnación



19. ¿Por qué el espíritu que está en el espacio se encarna en un cuerpo?  

Porque es la ley de su naturaleza, la condición necesaria para sus progresos y para su destino. La vida material, con sus dificultades, precisa esfuerzo, y el esfuerzo desarrolla nuestras fuerzas latentes y nuestras facultades en germen.

20. ¿El espíritu se encarna sólo una sola vez?  

No, se encarna tantas veces como sea necesario para alcanzar la plenitud de su ser y de su felicidad.

21. Pero, ¿para lograr este fin, es necesaria la pluralidad de existencias?

Sí, porque la vida del espíritu es una educación progresiva que supone una serie larga de trabajos que hay que realizar y de etapas que hay que recorrer.

22. Una sola existencia humana, cuándo es muy buena y muy larga, ¿no podría bastar para el destino de un espíritu?

No. El espíritu no puede progresar, reparar, más que renovando muchas veces su existencia en condiciones diferentes, en épocas variadas, en medios diversos. Cada una de sus reencarnaciones le permite refinar su sensibilidad, perfeccionar sus facultades intelectuales y morales.

23. Usted dijo que el espíritu se reencarnaba para reparar ¿Significa que practicó el mal en sus vidas precedentes?

Sí; el espíritu practicó el mal por el mismo hecho que no hizo todo el bien que debía cumplir. Queda ahí un hueco que es preciso completar.

24. ¿Qué es el mal?   

Es la ausencia del bien, como lo falso es la negación de la verdad; la noche, la ausencia de luz. El mal no tiene existencia positiva; es negativo por naturaleza. Hacer el bien, es aumentar el Ser en nosotros; omitir el bien, es disminuir el Ser.

25. ¿Cómo nos permiten las reencarnaciones reparar las existencias fracasadas?

Lo mismo que el obrero que hizo mal su tarea la empieza de nuevo, así el espíritu que falló su vida la rehace.

26. ¿Tenemos pruebas de la reencarnación de los espíritus?

Sí, primero aquellas a los que los espíritus mismos nos aportan en sus revelaciones; luego, las aptitudes innatas de cada individuo, que determinan su vocación y le trazan aquí abajo las grandes líneas de su vida. De ahí las diferencias materiales, las intelectuales y las morales que distinguen entre ellos a los hombres sobre la tierra y que explican las desigualdades sociales.

27. ¿La doctrina de la reencarnación es un descubrimiento reciente del espíritu humano?

 De ninguna manera. La humanidad siempre creyó en ella; toda la antigüedad la profesó; los grandes iniciados lo enseñaron al mundo, y Jesús mismo se refiere a ella en su Evangelio.

28. Ya que vivimos muchas veces, ¿cómo es que no conservamos ningún recuerdo de nuestras vidas pasadas?

 Dios no lo permite, porque nuestra libertad disminuiría por la influencia del recuerdo de nuestro pasado. “El que pone la mano en el arado, si quiere trazar su surco, no debe mirar atrás”.

29. Así, ¿por qué fenómeno se produce en nosotros el olvido de nuestras vidas anteriores así en nosotros?  

En el momento en el que el espíritu se reencarna, es decir cuando vuelve a un cuerpo, a medida que penetra en él, sus facultades se velan una tras otra; la memoria se borra y la conciencia se duerme. En el momento de la muerte, se produce el fenómeno contrario. A medida que el espíritu se desencarna, las facultades se sueltan una tras otra, la memoria se recupera, la conciencia se despierta. Todas las vidas anteriores regresan poco a poco a la conciencia del espíritu que acaba de desencarnar.

30. ¿No existe ningún medio de provocar momentáneamente el recuerdo de las antiguas vidas?

Si, por la hipnosis o el sueño artificial en grados diversos. Sabios contemporáneos hicieron y hacen todavía cada día experimentos concluyentes que prueban la realidad de las existencias anteriores.

31. ¿Cómo se hacen estos experimentos?

Cuando un experimentador concienzudo e instruido encuentra un sujeto apto a sufrir su influencia magnética, le adormece. Gracias a este sueño, la vida presente queda momentáneamente suspendida; entonces, la memoria de las vidas anteriores, adormecida en las profundidades de la conciencia, se despierta, y el sujeto hipnotizado ve de nuevo y cuenta todo su pasado. Se ha escrito libros enteros sobre estas preciosas revelaciones que nos hacen conocer las leyes del destino.

32. ¿Es necesario que la vida presente sea suspendida, adormecida, para que las vidas anteriores se revelen?

Sí, como es necesario que el sol se acueste para que las estrellas, escondidas en las profundidades de la noche, aparezcan en nuestros ojos.


"Síntesis doctrinal y práctica del Espiritismo"

Léon Denis.