Mostrando entradas con la etiqueta Biografia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Biografia. Mostrar todas las entradas

3 de octubre de 2013

Breve Biografía de Allan Kardec



Hipólito León Denizard Rivail nació en Lyón, Francia, el 3 de octubre de 1804. Cursó los primeros estudios en su ciudad natal, los completó en Yverdon, Suiza, donde asistió al Instituto de Educación Pestalozzi, recibió una fuerte influencia protestante. Sus inclinaciones vocacionales fueron las ciencias y la filosofía, pero fundamentalmente la pedagogía.

En Yverdon se convirtió en discípulo eminente y colaborador eficaz del célebre pedagogo Pestalozzi, a quien llegó a reemplazar en la dirección del Instituto cuando éste se ausentaba a otros países con la finalidad de fundar otros organismos educacionales ajustados al método revolucionario por él creado. Era bachiller en letras y ciencias y realizó estudios de medicina, sin llegarse a comprobar a ciencia cierta, hasta ahora, si alcanzó a doctorarse en este arte-ciencia. Era también un filólogo distinguido que conocía a fondo y hablaba correctamente el inglés, el italiano, el español, el holandés y el alemán.

El 6 de febrero de 1832, contrae enlace con la señorita y profesora también, Amelia Gabriela Boudet. Por ese tiempo Rivail era director del Instituto Técnico Pedagógico (sistema Pestalozzi) de la calle Sèvres 35, en París. El socio de Rivail era su tío materno, quien adolecía de la pasión del juego, motivo que le ocasionó grandes pérdidas de dinero y la ruina de su sobrino. El profesor Rivail solicitó entonces la liquidación del Instituto, del cual quedaron 45.000 francos para cada uno de los socios. Esa cantidad fue depositada por los esposos Rivail en manos de uno de sus íntimos amigos, comerciante, quien realizó muy malas operaciones que lo llevaron a la quiebra, sin dejar nada para los acreedores. Estaba lejos de ser próspero el futuro del joven estudiante eximido del servicio militar, pero su labor de educacionista (ésta es la profesión que hace figurar en su acta de casamiento), la atención de tres contabilidades que llevaba y el éxito de sus obras didácticas, tuvieron la virtud de recuperarlo económicamente. En este período que va de 1835 a 1840 organizó en su casa de la calle Sèvres cursos gratuitos de química, físicas, astronomía y anatomía comparada.

En 1854, el profesor Rivail oyó hablar por primera vez de las mesas giratorias a su amigo Fortier, magnetizador, con quien mantenía relaciones por motivos de sus estudios sobre magnetismo, los que realizaba desde los diecinueve años. Fortier le dijo un día: 

“He aquí una cosa extraordinaria; no solamente se hace girar una mesa, magnetizándola, sino que se la hace hablar: se la interroga y ella contesta”. “Esto –respondió Rivail- es otra cuestión; yo creeré en ello cuando lo vea y se me haya probado que una mesa tiene cerebro para pensar, nervios para sentir y que pueda convertirse en sonámbula. Hasta entonces, permitidme que no vea en ello más que un cuento para niños”.
En este periodo que transcurre entre 1854 y 1856 se abre un nuevo horizonte ante los ojos del pensador profundo y del observador sagaz. Es la etapa en que el nombre de Rivail va a dejar lugar al de Allan Kardec, que se comienza ya a gestar.

En mayo de 1855 Rivail se reunia en la casa de Roger, excelente sonámbula, con Saint-René Taillandier, Fortier, Pâtier y la señora Plainemaison, son los que comparten su iniciación.

Fue invitado a las sesiones que tenían lugar en la casa de la señora Plainemaison. 

“Allí fue donde por primera vez presencié el fenómeno de las mesas giratorias que saltaban y corrían, y ello en condiciones tales que la duda era imposible”
Es aquí donde traba relación y amistad con la familia Boudin, a cuyas sesiones familiares es invitado.

“Fue allí donde hice mis primeros estudios sobre Espiritismo, todavía más por observación propia que por revelación. Apliqué a esta nueva ciencia, como era mi costumbre, el método experimental. Jamás senté una teoría preconcebida; observé atentamente, comparé y deduje consecuencias. De los efectos procuré remontarme a las causas por la deducción y el encadenamiento lógico de los hechos. […] Así había procedido en mis trabajos anteriores, desde la edad de quince a dieciséis años. Desde el primer momento me di cuenta de la gravedad de la exploración que iba a emprender; entreví en aquellos fenómenos la clave del problema tan oscuro y controvertido sobre el pasado y el porvenir de la humanidad, la solución de lo que había buscado toda mi vida; en una palabra, comprendí que se trataba de una revolución en las ideas y en las creencias; me era preciso proceder con circunspección y no a la ligera; ser positivista y no idealista, para no dejarme llevar de mis propias ilusiones”.
Varias personalidades (Carlotti, lingüista;  Taillandier, literato; Pedro Pablo Didier, futuro editor, entre otros) habían reunido cincuenta cuadernos de comunicaciones diversas que era preciso estudiar y catalogar. Conociendo su capacidad de síntesis, se los entregaron, pidiéndole analizarlos y cotejarlos en base a un plan orgánico. Rivail se puso manos a la tarea: Tomó los cuadernos, los anotó cuidadosamente, suprimió las repeticiones y puso en su lugar los dictados de cada sesión. “Hasta entonces –dice él mismo- las sesiones en casa de la familia Boudin no tenían objeto determinado. Yo me propuse hallar en ellas la solución de los problemas que me interesaban desde el punto de vista de la filosofía, de la psicología y la naturaleza del Mundo Invisible. Llegaba a cada sesión con una serie de preguntas preparadas y ordenadas metódicamente, y siempre me eran contestadas con precisión, profundidad y lógica abundante”. […] “Huelga decir que, precisamente, estas comunicaciones desarrolladas y completadas luego formaron la base de El libro de los Espíritus”.

En 1856 asistió a reuniones mediúmnicas que tenían lugar en casa del señor Roustan, con la señorita Japhet, sonámbula, como médium que obtenía interesantes comunicaciones. Por intermedio de ella hizo revisar las obtenidas anteriormente. Kardec manifiesta que no quedó del todo satisfecho con esta revisión, lo que lo motivó a consultar a otros médiums, siendo el caso que en preguntas espinosas de El libro de los Espíritus han llegado a colaborar hasta diez médiums distintos, como manifiesta en dicho libro.

Cuando todo le pareció ser la expresión clara de la Doctrina, Rivail publicó el libro que salió a la luz el 18 de abril de 1857, en París, con el seudónimo de Allan Kardec, su nombre de otra existencia anterior entre los druidas. Esta primera edición constaba de 501 preguntas. Ella se agotó en pocos días, lo que obligó a reeditarla en su forma actual de 1018 preguntas, es decir, corregida y aumentada.


“El Libro de los Espíritus”